12-12-12 capítulo 2

"Grábate esto a fuego chico, si quieres saber lo que les ocurrió a tus padres debes trabajar para mi". Las palabras de Zeus resonaban en la mente de Ryo, que aun estaba pensando en si hacer caso a lo que la voz le dijo o si hacer como si no hubiese pasado nada, pero, algo en las palabras de Zeus le hacía desconfiar.-¿Mi padre un mercenario? y ¿cómo es que sabía que mis padres estaban muertos? Esto es muy raro.-Ryo-kun el almuerzo está listo.-¡Voy abuelo! El abuelo de Ryo no sabía nada de lo ocurrido pues ¿Quien se iba a creer una historia como esa? Cuando Ryo bajó a comer todo iba como siempre asta que, sin darse cuenta su anillo empezó a brillar haciendo que Ryo se atragantase con la comida.

-Hum...-¿Te ocurre algo Ryo?-Nno, estoy bien... abuelo. El abuelo de Ryo lo miraba fijamente como si sospechase algo asta que se fijó en el anillo que su nieto llevaba puesto y su rostro sereno se tornó alterado, como si hubiese visto a un fantasma.-Ryo...-¿Si abuelo?-Ese anillo... ¿dónde lo encontraste? La cara de Ryo se tornó pálida, no sabía que contestar.-(Mierda, se ha dado cuenta, si es que no tengo remedio, tenía que haberlo dejado guardado en un lugar seguro) me lo regalaron unos amigos hace tiempo(¿se lo habrá tragado?) ¿Por que lo preguntas?-Oh por nada solo por curiosidad.-Bueno me tengo que ir abuelo, es que he quedado con un amigo-que te diviertas Ryo-kun. La escusa de Ryo parecía haber surtido efecto y había conseguido salir de esa incomoda situación, pero el hecho de que su abuelo conocía ese anillo lo preocupaba más y le hacía pensar más en que las palabras de Zeus ocultaban verdades importantes.-Vale, aquí nadie me podrá ver, dime que es lo que quieres.-Pero que insolente eres, no me trates como si fuera tu colega, soy un dios, estúpido mortal, solo quería saber si ya te habías decidido.-Dime¿Hay algo que me tengas que contar?-A ¿Qué te refieres?Huhuhuhu,-¡Deja de reírte y desembucha maldito saco de mierda!-Vale, si te vas a poner así... yo quería guardarlo en secreto pero...

no eres el único en este juego.-¡¿QUÉ?!-Si quieres las respuestas a tus preguntas debes ganar el torneo y matar a todos tus contrincantes, por supuesto no os vais a reconocer por nombres o caras, solo por los apodos y por vuestros anillos, pero no te preocupes no os podéis matar sin permiso, solo cuando seáis escogidos y en la arena de combate, así que cúbrete las espaldas chico, o si no, te espera el mismo destino que tu padre HAHAHAHA.

-Acepto...-¿Qué?-Que acepto participar en los juegos, de todos modos me vas a obligar quiera o no ¿verdad? Las palabras de Ryo estremecieron a Zeus que por un momento mostró temor hacia él -Entonces está decidido, Dante, a partir de ahora prepárate para luchar por sobrevivir o ser cazado en el torneo de los dioses. con esto la voz de zeus se desvaneció, dejando a Ryo solo y pensativo.-Osea que no estoy solo eh...interesante.
Mientras Ryo pensaba en las palabras de Zeus, este estaba reunido con sus congéneres divinos.-¿Ya habéis escogido a vuestro representante?-Ya sabes mi postura Zeus estos juegos solo son una aberración propia de bárbaros y cobardes, si quieres ajustar cuentas conmigo hazlo en persona.-Vaya con Atenea que uñas tiene la condenada.-No te metas con ella Hades, o si no afrontarás la ira de Artemisa.-Haya paz haya paz no empecemos a matarnos entre nosotros.-He tiene gracia que eso venga de ti Zeus no es ese tu plan, acabar con todos nosotros. Las duras palabras de Atenea se clavaron como cuchillas en la moral Zeus haciendo que el ambiente se relajase.-(Sigue disfrutando de tus absurdos juegos mientras puedas Zeus porque no te va a durar mucho). Atenea sentía un profundo odio hacia Zeus y planeaba acabar con su tiranía poniendo en su contra a su representante.
Mientras tanto en la casa de Ryo, su abuelo reflexionaba sobre su hijo.-Hiroki...no me digas que Ryo está metido en lo mismo que tú, ese condenado anillo es el mismo que os dio muerte a ti y a tu mujer, por favor Hiroki, no dejes que Ryo tire su vida por la borda, le queda toda la vida por delante. Su abuelo sabía bien lo que le pasó a su hijo pero no quería contarle nada a su nieto para no alentarlo a enfrentar venganzas inútiles. Por otra parte los otros gladiadores de los que le había hablado Zeus estaban más cerca de lo que él pensaba.